domingo, 12 de febrero de 2017

FAUSTO
En clase vimos un fragmento de la obra de Goethe llamada Fausto. En este fragmento, podemos ver como fausto esta cansado de su vida, no disfrutó de  la vida como el deseaba. Pero, de repente entra un perro y se transforma en Mefistófeles (el demonio). Mefistófeles le concede la vida eterna a cambio  su alma, Fausto acepta el trato y se convierte en un bello joven y arrogante. En esta obra podemos apreciar como Fausto desea la vida eterna, todo lo que el no pudo disfrutar  de joven lo desea ahora de viejo, enamorarse, tener hijos etc. Desde mi punto de vista esta obra lo que nos intenta decir, es que tenemos que disfrutar de la vida al máximo, ya que nunca se puede volver al tiempo atrás, es algo que nosotros mismos nos tenemos que dar cuenta. El tiempo y el uso de cómo empleamos nuestra vida ya que nuestra propia vida es única. También menciona la palabra del alma, el alma es la base de ser nosotros mismos,  es la que  nos proporciona los sentimientos y de los sentimientos la razón. La historia de Fausto ha inspirado un gran número de obras literarias, musicales y pictóricas.

                                       





                                                                    

                   Goethe
 El propio Goethe narró su vida en un libro autobiográfico, Poesía y verdad , que llega hasta el año 1775, cuando se pone al servicio del príncipe heredero Carlos Augusto en Weimar.
Nació en Fráncfort del Meno , hijo de Johann Caspar Goethe, un abogado y consejero imperial que se retiró de la vida pública y educó a sus hijos él mismo, bajo la máxima de no perder el tiempo en lo más mínimo, y de Katharina Elisabeth Textor, hija de un antiguo burgomaestre de Fráncfort. Estas vinculaciones familiares le pusieron en contacto desde el principio con el patriciado urbano y la vida política.
De inteligencia superdotada, y provisto de una enorme y enfermiza curiosidad, hizo prácticamente de todo y llegó a acumular una omnímoda o completa cultura. En primer lugar estudió lenguas, aunque sus inclinaciones iban por el arte y nunca, a lo largo de toda su vida, dejó de cultivar el dibujo; al tiempo que escribía sus primeros poemas, se interesó por otras ramas del conocimiento como la geología, la química y la medicina.
Goethe estudió Derecho en Leipzig (1765); allí conoció los escritos de Winckelmann sobre arte y cultura griegas, pero una grave enfermedad le obligó a dejar los estudios en 1768 y volver a Fráncfort; Katharina von Klettenberg, amiga de su madre, le cuidó y le introdujo en el misticismo pietista, que ponía su énfasis en el sentimiento dentro de la confesión protestante; por entonces compuso sus primeros poemas. 

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